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sísifo

¡mesa para uno!

Hoy he tenido que comer sola. Me sucede muy pocas veces, y la verdad es que en esas ocasiones suelo recurrir a la comida rápida, ...hoy me he dado cuenta de por qué: comer sólo en un restaurante debe ser una de las cosas más deprimentes que se me ocurren.

Seguro que habrá alguno que me diga "pues a mí me gusta"... y yo lo respeto, por supuesto. Pero cuando yo como sola siempre pienso que los camareros se dirán: ¿y esa pobre chica no ha encontrado a nadie para comer? Sé que es una de esas tonterías que se nos ocurren a los inseguros, y que los camareros tienen mejores cosas en qué pensar, pero no dejo de sentirme como una isla en medio de ninguna parte.

Me doy cuenta de que sigo asociando la comida a un momento lúdico, de reunión, en el que, teniendo como excusa el avituallamiento, se charla, se ríe, se discute... Pero, de pronto, te encuentras tú, allí sólo, en medio de un restaurante lleno de gente. Pides tu comida, abres un libro, y te dispones a combinar el saciado de tu estómago con algo de lectura. Y te convences de que lo de comer es un puro trámite, que hay que hacer para subsistir, pero que no necesariamente tiene que ser algo lúdico... y miras a tu alrededor y sientes envidia de la gente que se ríe en otras mesas cercanas a la tuya. Y sientes casi la tentación de pedir un lugar en esa mesa de la esquina donde un grupo conversa animadamente...

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