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sísifo

despertar...

despertar...

Hace poco escuchaba en la radio que alguien ha hecho un estudio sobre el humor del que se levantan los españoles.

Eso me hizo pensar en mis propios despertares.

Hay días que parece que no quiera volver al mundo; que suena el despertador, una y otra vez, y yo hago como si no fuera conmigo, como si no hubiera nadie esperando, como si sólo existiera mi almohada, el sonido insoportable del despertador... y el sueño... Hasta que vuelvo a la realidad que abandoné por las sábanas.

En cambio, hay otros días (generalmente en los que no interviene el reloj, ni la rutina) en los que de pronto me despierto, sonrío, y recuerdo que esa mañana tengo que hacer algo. Puede que en ese momento no recuerde ni qué, pero algo, algo divertido, o emocionante, o cualquier otro tipo de plan. Algo que no entra dentro de la costumbre. Algo que se escapa al repetido sonido... esos son los buenos días.

1 comentario

Maika -

¿Qué decir?. Llevo días con más de los primeros despertares que de los segundos.
Te deseo lo contrario.