amigos pasados y futuros
Hace unos días contaba que me había llamado un amigo de la facultad. Hoy he comido con él. Se va a trabajar fuera del país durante un tiempo y quería despedirse.
Es curioso ver cómo cambian las cosas; Para mí, Juan fue siempre aquel modelo a seguir: ya podía yo sacar las mejores notas de mi vida, que allí estaba Juan para mejorarlas y hacerme sentir que siempre habría alguien más listo que yo. Y como mi nivel de exigencia siempre ha sido elevado, seguía intentando superarme, y lo conseguía, pero como su nivel de exigencia no tenía nada que envidiarle al mío, seguía (siempre seguirá) siendo más inteligente que yo. Y le tenía gran envidia porque, seguramente, cuando él tenía 15 años ya debía haber leído más de lo que yo leeré en toda mi vida. Y con un agravante: ¡él lo recuerda todo! Yo en cambio, alter ego de Funes el Memorioso, olvidé todo lo que aprendí y casi todo lo que viví antes de la semana pasada.
Con el tiempo las cosas han cambiado, él se dedica a lo suyo, y yo a nada de lo que pensé dedicarme en toda la vida (¡y eso que quise ser un montón de cosas cuando era pequeña!). Y nos hemos "vuelto a encontrar".
Esta vez, yo ya no estaba tan preocupada por ser más o menos lista. Y él sigue siendo el tipo más listo que conozco. Pero eso ya no tiene importancia.
Porque, aunque ha venido a despedirse, tengo la sensación de que he recuperado a un amigo.
Porque me ha recordado algo que él mismo me enseñó en la facultad, y es que la amistad está por encima de todo eso.
Porque me doy cuenta de que, a un tipo tan listo, no se le ha olvidado que tiene una amiga como yo en algún lugar, para poder compartir su inteligencia y mis neuras.
2 comentarios
sis -
Por otro lado, sí: lo nuestro debe ser "familiar"... aunque es triste no heredar una casa en el campo, ni una cuenta millonaria, y heredar un desagüe cerebral... Nietzsche tenía la teoría de que en la falta de memoria de los animales radicaba su felicidad, así que, bueno, seremos pobres y Dorys, pero ¡felices desmemoriados!!
Sparrow -