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sísifo

hojas de otoño

hojas de otoño

He leído un libro en el que el protagonista reconoce su pasión por las hojas secas. Tiene una habitación repleta, y le gusta pasearse por encima de ellas. Y de vez en cuando recoge más para poder volver a sentir su crujido con toda la intensidad.

Y se me ocurrió que sería buena idea. Evidentemente yo no puedo tener una habitación dedicada al otoño, pero no deja por eso de ser una buena idea.

Las hojas de otoño me recuerdan a mi niñez. Recuerdo ir con mis hermanos por la calle e intentar ir pisándolas, cada paso debía ir sobre una de ellas, y el no alcanzarlas era una suerte de minifracaso... ¡qué tiempos aquellos!

Aún, cuando voy por la calle, tengo la tentación de perseguirlas. Pero enseguida vuelve la cordura a llamar a mi puerta y me recuerda qué pensaría la gente viéndome correr detrás de unas cuantas hojas en la calle... Por eso sería una buena idea tener una habitación repleta de hojas, porque las podría pisar cuando yo quisiera sin preocuparme por nada. Debe ser muy relajante ir paseando por ese crepitar de otoño.

Aunque... pensándolo mejor... si no están libres en la calle, jugando a evitar mis pisadas... ¿qué gracia tendría?

2 comentarios

sis -

Tienes razón. Ya lo decía Serrat:
"No hay nada más bello
que lo que nunca he tenido
nada más amado
que lo que perdí."
Supongo que en eso se basa todo, en la eterna lucha entre los deseos/sueños/etc. y la realidad...
P.D. Ya me contarás qué tal Punset.

Eva -

Me gusta mucho el texto. La melancolía del Otoño es llevadera, siempre y cuando venga acompañada de sol.

Sí, mejor libres, se marchitarían en seguida y dejarían de gustarte. Es precisamente el quere algo y no poder tenerlo lo que mantiene vivo el deseo.

Un saludo.

Pd: Ya leí el libro. Está bien, pero muy tristón para estas fechas. Ahora estoy con el de Punset.